Siendo una de las empresas con las que se promovieron valores cristianos a través de sus productos con diseños originales y un negocio basado y cimentado en la fe, la cadena Chick-fil-A en la actualidad decidió dar un giro radical para apoyar a la comunidad LGBT a modo de presión.

En su momento ellos se destacaron por basar su empresa en valores cristianos, pero ya no es considerado un modelo a seguir en el mundo empresarial estadounidense ya que ha tomado medidas en apoyo a la ideología de género, y una de ellas ha sido el nombramiento de Erick McReynolds como su nuevo vicepresidente de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI) a principios de este mes.

Los ideales de DEI de Chick-fil-A consisten en trabajar en conjunto para mejorar, y promover el mutuo respeto, la comprensión y la dignidad en todos los ámbitos de su negocio. No obstante, según se detalla más adelante, esto podría respaldar la agenda globalista en la práctica.

Aunque la actividad DEI podría no parecer negativa en un primer vistazo, en realidad representa un paso adicional en el trayecto iniciado en 2019, tras años de presión de grupos LGBT.

En aquel entonces, Chick-fil-A decidió dejar de financiar al Ejército de Salvación y la Fraternidad de Atletas Cristianos. Si bien la compañía es de propiedad familiar y no está sujeta a los estándares implementados por las empresas que cotizan en bolsa, esto no significa que sea inmune al lobby de la ideología de género.

La comunidad cristiana ha sido la principal fuente de consumidores de la empresa debido a su fuerte conexión con los valores cristianos. En su sitio web, la compañía hace referencia a Dios y afirma que su objetivo es hacer honor a Dios comprometiéndose a ser cuidadosos con todo lo que se les ha confiado.

No obstante, han sucumbido ante la influencia del colectivo LGBTIQ+. En definitiva, Chick-fil-A ha optado por adoptar posturas contrarias a los valores cristianos que guiaron su éxito, posicionándose del lado opuesto al bien moral.

Durante el año 2020, la Fundación Chick-fil-A expuso que su estrategia de donaciones caritativas se enfocaría en el desarrollo de cada infante y donaría a una reducida cantidad de organizaciones que se dedican a educación, ausencia de hogar y malnutrición.

No obstante, según lo publicado en The Federalist, la verdad radica en que Chick-fil-A canalizó sus recursos a entidades, como Covenant House, que patrocina eventos con drag queens, y Southern Poverty Law Center, que sin fundamentos acusa a conservadores de ser partidarios de la supremacía blanca y el racismo.

En 2023, la organización sin fines de lucro Elevate USA recibió una importante financiación por parte de la Fundación Chick-fil-A. A pesar de ser relativamente pequeña, Elevate USA obtuvo más del 75% de su financiamiento, que superó el millón de dólares, de la Stand Together Foundation Inc.

Esta última entidad obtiene sus fondos de donantes tales como National Philanthropic Trust y la Fundación Comunitaria de Silicon Valley (SVCF), la cual invierte grandes sumas de dinero en el California Black Freedom Fund para proveer a organizaciones sin fines de lucro, que defienden la erradicación del racismo sistémico e institucional a través de cambios en políticas públicas, con fondos sin restricciones.

SVCF funciona como una entidad que alberga los recursos financieros donados por adinerados gigantes tecnológicos de Silicon Valley, a saber, Mark Zuckerberg, Gates y sus afines.

A través de esta institución, se apoya la promoción de una agenda a favor del aborto, se llevan a cabo eventos que exponen a niños a espectáculos de drag y se respalda la aprobación de leyes que permitan a los menores de edad realizar una transición sexual sin el consentimiento de sus progenitores.

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