Un padre cristiano de cinco hijos, encarcelado durante más de dos años y medio en Egipto, ha iniciado una huelga de hambre para protestar por su detención ilegal a pesar de su mala salud. Abdulbaqi Saeed Abdo, un refugiado yemení que fue arrestado por participar en un grupo privado de Facebook que apoya a los conversos del Islam al cristianismo, anunció la decisión en una carta a su familia el 7 de agosto de 2024.
“Inicié hoy, 7 de agosto de 2024, un paro parcial. Y me niego a aceptar tratamiento de la persona responsable de la atención médica en prisión”, escribió Abdo, según el grupo de defensa legal ADF International. “Aumentaré mi huelga por etapas hasta que sea total en las próximas semanas. Y el motivo de mi huelga es que me arrestaron sin ninguna justificación legal”.
Según The Christian Post, Abdo fue arrestado en diciembre de 2021 sin orden judicial después de enfrentar persecución religiosa en Yemen, lo que resultó en su condición de solicitante de asilo en Egipto. Fue detenido junto con otro cristiano, Nour Girgis, y ambos soportaron largos períodos de detención preventiva y repetidos aplazamientos de los tribunales. Su salud, según los informes, se ha deteriorado significativamente.
Kelsey Zorzi, directora de defensa global de la libertad religiosa de ADF International, expresó su urgente preocupación por la situación de Abdo. “No se debe ignorar este devastador llamamiento de ayuda de Abdulbaqi Saeed Abdo. Ya es hora de que las autoridades egipcias los liberen a él y a Nour Girgis de su detención injustificada e ilegal”, afirmó Zorzi.
El caso también llamó la atención de las autoridades estadounidenses. El representante Chris Smith, presidente del Subcomité Global de Derechos Humanos para Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, condenó la detención como una “violación grave y grotesca de los derechos humanos”. «La noticia de su huelga de hambre hace que su liberación sea más urgente que nunca», dijo Smith.
La conversión de Abdo al cristianismo en 2008 en Yemen desencadenó una serie de persecuciones, incluida la muerte de su primera esposa en un ataque incendiario. Después de esta tragedia y las continuas amenazas a su vida, huyó a Egipto con sus hijos para buscar refugio. Sin embargo, su incapacidad para cambiar su afiliación religiosa en los documentos oficiales egipcios siguió complicando su situación y agravando su vulnerabilidad.
La carta de Abdo termina con un emotivo mensaje para sus hijos: “Los quiero a todos, papá”.