Cuando llegó a Estados Unidos como un inmigrante chino pobre, el Dr. Ming Wang sólo vio una oportunidad y finalmente obtuvo un doctorado en física láser en el MIT y un doctorado en Harvard. El cirujano ocular de renombre internacional, pionero en varias técnicas de corrección de la visión, tenía sólo 50 dólares y apenas hablaba inglés. Aun así, estaba feliz porque era libre.
“Vine de China como ateo. No creía en nada más que en la ciencia. Estudié la estructura del ojo en la facultad de medicina y me di cuenta de que el ojo humano es muy complicado. Billones y billones de células necesitan alinearse perfectamente para capturar e interpretar la señal visual. Si una de estas células se desalinea, la persona nacerá ciega”, afirma.
En este sentido, en su momento, como ateo, el Dr. Wang reflexionó sobre cómo se podían formar tantas células en un corto período de tiempo de forma aleatoria. Al preguntarle a un profesor, este le dio una analogía, comparando el ojo humano y un automóvil. Preguntó cuál es la diferencia entre un automóvil y el ojo humano, y Ming respondió que el ojo humano es mucho más complejo.
Por lo tanto, el profesor preguntó: “¿Te imaginas cómo se formarían piezas de metal aleatorias por sí solas en un automóvil?” Ming rápidamente lo negó, diciendo que sería imposible. El profesor concluyó entonces: “¿Qué pasa con el ojo humano?”.
“Entonces, allí abrió una ventana a mi vida, haciéndome darme cuenta de que fue formado con un propósito específico de visión. Entonces hay un diseñador, un creador detrás. Y comencé mi viaje creyendo primero que hay un creador, que hay un Dios, y más específicamente, Dios tiene la forma de Jesucristo, y Cristo murió por nuestros pecados para que pudiéramos tener una oportunidad para la eternidad”, dijo. dice.
La ciencia y la fe van juntas
Según CBN News, el Dr. Wang comenzó su carrera en la Universidad de Vanderbilt en Nashville, Tennessee. Años más tarde, fundó el Wang Vision Institute, una fundación para restaurar la vista de los huérfanos de todo el mundo.
“Hasta la fecha, he realizado 55.000 correcciones de la visión con láser, incluidos más de 4.000 médicos. Nuestra fundación ha ayudado a muchísimos pacientes de más de 55 países y está dedicada a niños huérfanos ciegos”, señala.
Finalmente, hoy, el Dr. Wang continúa ayudando a los huérfanos a recuperar la vista. Su autobiografía, “From Darkness to Sight”, es ahora la película “Sight”. Espera que su viaje ayude a otros a comenzar el suyo.
“Ver la película ‘Sight’ hará que los jóvenes estadounidenses de hoy se den cuenta de que la ciencia y la fe deben trabajar juntas. No tienen que elegir entre ciencia o fe. Pueden elegir la ciencia y la fe. Al exponer ante los jóvenes que la ciencia y la fe pueden trabajar juntas en esta era científica en rápido desarrollo, tenemos la mejor oportunidad de traer a estos jóvenes de regreso a la iglesia”.