Desde principios de 2024, los cristianos de varias partes de Sri Lanka han sido objeto de amenazas y violencia por parte de los vecinos durante los servicios religiosos. Los ataques, que van más allá de las palabras, incluyeron arrojar piedras a las iglesias durante los servicios religiosos. Este sombrío escenario coincide con el quinto aniversario del mayor ataque de Pascua en abril de 2019, lo que pone de relieve los desafíos que enfrentan los seguidores de Jesús en Sri Lanka.
Un ejemplo reciente de persecución ocurrió a finales de enero, cuando los cristianos de una iglesia en el norte de Sri Lanka fueron amenazados con agresiones físicas si regresaban a la iglesia. Dashini, líder cristiano de la iglesia, informa: “Hemos enfrentado problemas desde 2019. Tiran piedras a la iglesia durante el tiempo de adoración”. En las celebraciones de Navidad de 2023 y Año Nuevo de 2024, la iglesia fue blanco de nuevos ataques.
La violencia parece ser una respuesta a la generosidad de la líder cristiana, que regaló un terreno junto a la iglesia a su sobrino. Sin embargo, el niño respondió con violencia, construyendo una casa e intimidando a quienes asisten al templo. “Al principio, la iglesia tenía más de 100 miembros, pero ahora nos hemos reducido a 50 debido a estos problemas”, lamenta Dashini.
Otro caso emblemático ocurrió durante un servicio de Año Nuevo, cuando 25 monjes amenazaron a un pastor local en el sur de Sri Lanka. Los sacerdotes rodearon la casa del pastor, exigiendo que no celebrara el servicio esa noche. Sin embargo, el pastor, que ha dirigido una iglesia legal durante más de 20 años, no cedió a las presiones y mantuvo el servicio. “Los monjes dijeron que si realizaba alguna actividad religiosa el día 31, me golpearían y me expulsarían del pueblo”, relató el pastor.
A pesar de denunciar el caso a la policía, el líder cristiano organiza ahora servicios en tres horarios diferentes para garantizar la seguridad de los fieles. Sin embargo, el miedo persiste, especialmente en una zona conocida por los violentos ataques de los monjes. Los socios locales de Puertas Abiertas están buscando formas de ayudar a la comunidad cristiana durante este momento difícil.