En California, tres incendios forestales continúan fuera de control, obligando a la evacuación de más de 100.000 personas y causando la muerte de cinco. Las llamas, impulsadas por vientos de hasta 160 km/h (100 mph) y una intensa sequía, están destruyendo el equivalente a cinco campos de fútbol por minuto, informó CBN News.

Entre las zonas más afectadas se encuentran Pasadena, Calabasas, Malibú y partes de Los Ángeles. La evacuación obligatoria ha provocado caos en las carreteras, con conductores que abandonan vehículos en carreteras como Sunset Boulevard para huir a pie. «Si quieren vivir, salgan y corran», advirtieron los bomberos.

Uno de los conductores describió el momento: «Tuve que abandonar el coche y seguir caminando para escapar».

Iglesias y escuelas cristianas

La tragedia también afectó a templos e instituciones cristianas. La Iglesia Comunitaria de Altadena en Altadena fue completamente destruida. En una nota en Facebook, la iglesia lamentó la pérdida, mencionando que varios miembros también sufrieron el consumo de sus casas. «Nos reagruparemos para encontrar nuestro camino», dijeron.

Otra iglesia local, la iglesia episcopal de San Marcos, fue completamente destruida. La Rda. Carri Patterson Grindon destacó la necesidad de unidad: «Nos necesitaremos unos a otros en los días venideros para enfrentar estas pérdidas devastadoras».

La escuela cristiana armenia Sahag-Mesrob, también en Altadena, también fue consumida por las llamas.

Oración y ayuda para las víctimas

Los líderes religiosos movilizan esfuerzos para apoyar a las víctimas. El pastor Greg Laurie informó que su iglesia está trabajando en asociaciones para ofrecer asistencia espiritual y material.

Franklin Graham, de la organización Samaritan’s Purse, anunció el seguimiento de la situación y la preparación de ayuda humanitaria: «Recen por las decenas de miles de personas afectadas y por los primeros en responder en esta crisis», escribió en Facebook.

Max Lucado, escritor cristiano, también expresó su solidaridad: «Estoy rezando por todos los que se encuentran en el camino de los incendios en Los Ángeles. Que Dios tenga misericordia».

Luchando contra las llamas

La fuerza de los vientos y la topografía complican el trabajo de los bomberos, dificultando el uso de aeronaves para combatir el fuego. La jefa de bomberos de Los Ángeles, Kristin Crowley, dijo: «La combinación de fuertes vientos y la topografía local hace que sea extremadamente difícil controlar el fuego».

Mientras tanto, miles de personas desplazadas se enfrentan a la incertidumbre sobre el futuro, a la espera de noticias sobre la contención de las llamas y el acceso a las zonas devastadas

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