El 22 de enero de 2024, el pastor Rajiv fue asesinado por extremistas sijs después de asistir a un servicio en la ciudad de Jalandhar en el estado de Punjab, India. El ataque se produjo poco después de un evento en una iglesia local, donde unos 35 hombres armados con espadas hirieron a los presentes.
Rajiv sufrió un fuerte golpe en el cráneo que impactó en su cerebro, y los médicos confirmaron que no tenía posibilidades de sobrevivir.
Rajiv y su esposa, Simran (seudónimos adoptados por razones de seguridad), se enfrentaron a constantes desafíos debido a la fe cristiana en una región mayoritariamente sij.
Simran nació en el seno de una familia de agricultores sijs y decidió seguir la fe cristiana después de que su hermana la introdujera en el Evangelio. A pesar de la resistencia inicial de su familia, permaneció fiel a su nueva creencia, dedicándose a la oración y al estudio de la Biblia.
En 2009, después de orar por un esposo cristiano, conoció a Rajiv, un pastor comprometido con el evangelismo y el discipulado. Se casaron en diciembre del mismo año, celebrando una boda cristiana como una forma de honrar a Dios.
La respuesta al ataque
Simran informó que después del ataque, recibió la noticia de que el estado de Rajiv era crítico. A pesar del dolor, asumió el liderazgo de la iglesia que fundó junto a su esposo. Durante una entrevista con la organización Global Christian Relief, reveló el apoyo que recibió de otros cristianos y la decisión de perdonar a los asesinos.
«Fue muy difícil, pero lo logré gracias al Señor. No soy juez de nadie, solo confío estas cosas a Dios», declaró.
Simran también informó que su hijo menor prometió continuar el ministerio de su padre. Con el apoyo de los misioneros, la familia recibe apoyo financiero a través de una tienda construida en la propiedad de la iglesia.
Concluyó pidiendo oraciones: «Les pido que recen para que nunca abandonemos nuestra fe y a Dios, pase lo que pase».
El caso refleja los desafíos a los que se enfrentan los cristianos en la India, donde la persecución religiosa sigue siendo una realidad en varias regiones.