Las elecciones generales en India comenzaron el 19 de abril, marcando el inicio de un proceso que durará seis semanas debido al vasto territorio y la densa población del país. El estado de Manipur, sin embargo, ha sufrido un retraso en el inicio de las elecciones, inicialmente previstas para el viernes pasado, debido a episodios de violencia derivados de un conflicto étnico que afecta significativamente a la comunidad cristiana de la región.
La tensión se intensificó con tiroteos y enfrentamientos en vísperas del primer aniversario del conflicto en Manipur, que es escenario de una disputa entre las etnias Kuki y Meitei desde mayo de 2023, según informó Puertas Abiertas. Muchos miembros desplazados internos de estas comunidades enfrentaron dificultades para ejercer su derecho al voto debido a la violencia en curso, lo que les impidió regresar a sus hogares y obtener los documentos necesarios para registrarse como votantes. Además, algunos no pudieron cambiar sus direcciones a tiempo para participar en las elecciones.
La situación empeoró con ataques a las urnas, vandalismo contra las máquinas de votación electrónica y denuncias de falsificación de identidad por parte de grupos nacionalistas radicales, como Arambai Teggol, implicados en el conflicto local. La presencia de hombres armados en los colegios electorales, a pesar de la presencia de agentes de seguridad, generó intimidación y violencia, lo que llevó a las autoridades indias a declarar nulas las votaciones del 19 de abril y programar una nueva votación para el 22 de este mes.
Estos acontecimientos reflejan la compleja realidad de Manipur, donde la violencia es una presencia constante y donde comunidades que alguna vez fueron pacíficas ahora chocan, alimentadas por la desinformación difundida por extremistas. El proceso electoral, que se espera concluya en la primera semana de junio, es un momento crucial en la búsqueda de la paz en Manipur y en toda la India. Oren por la reconciliación y el restablecimiento de la armonía en la región.