En los últimos tiempos, Irán ha aparecido en los titulares internacionales debido a la creciente tensión entre el país e Israel. Además, Irán ocupa el puesto 9 en la Lista Mundial de Persecución de 2024, siendo uno de los países donde los cristianos enfrentan la mayor persecución a causa de su fe en Jesús. Esta realidad se hizo evidente recientemente con el arresto de dos seguidores de Jesús por parte de las autoridades iraníes.
Uno de esos casos involucra a Christian Shabeddin Shahi, conocido como Shahab, cuyos amigos pidieron oraciones para su segunda comparecencia ante el tribunal. Está previsto que el juicio se celebre en la sexta sección del Tribunal Revolucionario de Karaj. Shahab fue acusado el 11 de marzo y tenía cinco días para comparecer ante el tribunal. Ahora espera los interrogatorios y la audiencia final. Shahab ya cumplió cuatro meses de prisión tras una sentencia dictada en 2019 por “propaganda contra el régimen islámico” y fue arrestado nuevamente en diciembre de 2023, junto con otros cristianos.
Según Puertas Abiertas, además de Shahab, las autoridades iraníes también condenaron a dos años de prisión a Christian Laleh Saati, de 45 años. Fue acusada de “amenaza a la seguridad nacional” por su participación en organizaciones cristianas “sionistas”. Bautizada en una iglesia de Malasia, Laleh regresó a Irán en 2017 para ayudar a sus padres. Sin embargo, a su regreso, fue interrogada durante tres semanas y posteriormente detenida en febrero de este año. Sus actividades cristianas y su bautismo en el extranjero se consideraron evidencia de una amenaza a la seguridad nacional.
El 16 de marzo, Laleh compareció ante el juez, quien cuestionó su decisión de regresar al país, dada su participación en actividades cristianas en el extranjero. El abogado de Christian explicó a la familia que, tras cumplir dos años de prisión, a Laleh se le prohibirá viajar durante otros dos años. Este caso destaca los riesgos que enfrentan los refugiados cuando se ven obligados a regresar a Irán, destacando los desafíos que enfrentan los cristianos en un contexto de creciente persecución religiosa.