El Vaticano ha anunciado un cambio significativo en su postura sobre las uniones homosexuales, permitiendo ahora a los sacerdotes católicos “bendecir” las uniones entre personas del mismo sexo. La decisión fue autorizada por el Papa Francisco y detallada en un documento publicado recientemente.
El documento establece que los sacerdotes católicos ahora pueden otorgar bendiciones a personas del mismo sexo que estén en una relación si así lo desean. Sin embargo, conservan el derecho de negarse a realizar la ceremonia. Se destaca la prohibición de impedir que personas entren a las iglesias buscando ayuda divina a través de una bendición.
Se enfatiza que la “bendición” no debe parecerse a una ceremonia nupcial y no puede tener lugar durante las liturgias regulares de la Iglesia. El documento subraya que la unión entre personas del mismo sexo sigue siendo considerada un acto «irregular» por la Iglesia católica, pero el permiso de «bendiciones» es visto como una «señal de que Dios acoge a todos».
El Papa Francisco ya había indicado la posibilidad de este cambio durante un discurso en octubre, subrayando la necesidad de no ser “jueces que sólo prohíben”. En agosto declaró que las mujeres trans son “hijas de Dios” y enfatizó la importancia de no tratarlas de manera diferente. En enero, el Papa criticó a los países que penalizan la homosexualidad, afirmando que “la homosexualidad no es un delito”.