La actuación de la cantante laica Madonna en Río de Janeiro, que costó 59,9 millones de reales a las arcas públicas, enfrenta una serie de críticas por sus exhibiciones consideradas profanas y polémicas durante el espectáculo “The Celebration Tour” en la playa de Copacabana.

El hecho fue objeto de polémica debido a una serie de momentos considerados ofensivos, especialmente por la comunidad cristiana.

Durante la actuación, que congregó a más de 1,6 millones de espectadores, Madonna, acompañada de la cantante Anitta y algunos bailarines, realizó actos sexuales simulados y mostró contenido pornográfico, generando reacciones críticas de diferentes sectores de la sociedad.

Además, la cantante de 65 años causó polémica al compartir detalles sobre los inicios de su carrera, afirmando sin dudar que practicaba sexo oral para obtener oportunidades en la industria musical. Sus declaraciones fueron recibidas con desaprobación e indignación por parte del público.

Otro aspecto que generó polémica fue la exhibición de símbolos cristianos y ocultistas en las pantallas gigantes, planteando interrogantes sobre el respeto a los valores religiosos y culturales.

Las críticas a la presentación de Madonna resaltan la preocupación por el uso de recursos públicos para un evento que irrespeta los valores y creencias de una porción significativa de la sociedad, además de alimentar debates sobre la libertad artística y la responsabilidad social en la producción de entretenimiento.

Inmoral y profano

El pastor Renato Vargens expresó fuertes críticas en tres publicaciones sobre el evento y la participación de la cantante Madonna. En su primera publicación, destacó rituales ocultos y simulaciones sexuales explícitas, contrastando la emoción de los políticos presentes con la tragedia de las inundaciones en Rio Grande do Sul. Lamentó la inmoralidad y la blasfemia presenciada en el país, calificando la escena como un baile. promiscuo en medio del sufrimiento de la gente de Rio Grande do Sul.

En otra publicación, el pastor compartió una fotografía de la cantante luciendo un crucifijo mientras vestía un traje de cuero negro y cubierta de barro hasta las rodillas, en alusión a la catástrofe en el sur del país. Calificó la fiesta de Madonna como una afrenta a quienes sufrieron las consecuencias de las lluvias en Rio Grande do Sul, lamentando la celebración del pecado en medio del dolor y el luto de la población.

En su tercera publicación, Vargens condenó con vehemencia la transmisión de escenas de promiscuidad, perversión y simulación de actos sexuales por parte de la Rede Globo en horario de máxima audiencia. Expresó su indignación por la propagación del pecado en la nación brasileña y pidió al Señor que juzgue a quienes se complacen en promoverlo.

Leave A Comment

error: Content is protected !!