Los 25 años de adicción a las drogas de Chris Pazinski llegaron a su fin después de entregar su vida a Cristo. Este momento transformador no sólo cambió su vida, sino que también impactó profundamente la de su hijo, Christopher, quien también era drogadicto.
Según Club 700, Chris comenzó a consumir drogas cuando era adolescente en Texas, lo que finalmente lo llevó a abandonar la escuela y volverse adicto a la cocaína y la metanfetamina. Incapaz de mantener un trabajo debido a su adicción, Chris recurrió al crimen para mantener su adicción. Se casó a los 21 años y tuvo un hijo, Christopher, pero su adicción siguió controlándolo.
A pesar de sus esfuerzos por cambiar, Chris no pudo dejar su adicción, lo que llevó a su esposa a solicitar el divorcio. Su hijo siguió el mismo camino y se convirtió en un joven adicto y traficante de drogas. Chris se sintió devastado cuando descubrió la situación de su hijo mientras estaba en prisión.
Después de 25 años de repetidos arrestos, Chris reconoció que no podía cambiar por sí solo y clamó a Dios pidiendo ayuda. Le pidió a Dios que lo ayudara a superar su adicción y prometió servirle por el resto de su vida si lo ayudaba. Después de esta oración, Chris sintió el poder de Dios en su vida.
Mientras aún estaba en prisión, Chris le escribió una carta a su hijo, contándole la esperanza que encontraba en Jesús. Inspirado por el testimonio de su padre, Christopher también recurrió a Cristo. Ambos se convirtieron en devotos seguidores de Jesús, difundiendo su testimonio de transformación y fe al mundo.