En el distrito de Kibuku, en el este de Uganda, el evangelista James Mukenye Habiibu, de 29 años, fue brutalmente asesinado por extremistas musulmanes el 16 de diciembre de 2023.
Padre de tres hijos, Habiibu había huido de su residencia meses antes debido a las amenazas de muerte de miembros musulmanes de su familia, según informó su esposa, cuyo nombre se mantuvo en reserva por razones de seguridad.
Conversión y persecución
Habiibu y su esposa se convirtieron al cristianismo en enero de 2022, enfrentándose a graves represalias por parte de la familia. «Toda la familia amenazó con matarnos si continuábamos con la fe cristiana», dijo la viuda a Morning Star News.
Después de la conversión, la pareja se mudó a otro distrito, donde asistieron a una iglesia local. Sin embargo, al regresar al distrito de origen en octubre de 2023, Habiibu volvió a ser localizado por sus familiares, lo que dio lugar a amenazas explícitas, como un mensaje de un extremista llamado Swaibu: «Sabemos dónde estás, y pronto llegaremos allí y no escaparás de la ira de Alá».
Detalles del delito
En la tarde del 16 de diciembre, Habiibu salió a evangelizar a la región de Busteta, acompañado por un miembro de su Iglesia Presbiteriana. A las 7:30 p.m., llamó a su esposa para pedirle oraciones, afirmando que lo estaban siguiendo. Ese fue el último contacto antes de ser asesinado.
A la mañana siguiente, a las 8 a.m., la esposa fue informada de que el cuerpo de Habiibu había sido encontrado en un pantano en el área de Kakutu. Cuando llegó al lugar, lo encontró en un charco de sangre. Los testigos informaron que fue apuñalado por hombres mientras gritaba: «¡Jesús! ¡Jesús! Me estoy muriendo, ¡por favor ayúdame!».
Un residente, que prefirió el anonimato, identificó a los atacantes como Jafari y Swaibu, conocidos en la región de Kagumu. La policía de Kibuku y Lyama está llevando a cabo investigaciones y está buscando a los sospechosos involucrados en el caso.
Persecución en Uganda
El asesinato de Habiibu pone de relieve los desafíos a los que se enfrentan los cristianos en Uganda, especialmente en el este del país, donde hay una importante presencia musulmana. Aunque la Constitución garantiza la libertad religiosa, incluido el derecho a la conversión, los episodios de violencia religiosa son recurrentes.
Según The Christian Post, Habiibu deja tres hijos pequeños, de 2, 4 y 7 años. El caso es uno de los muchos casos documentados de persecución religiosa, un problema que sigue amenazando la seguridad de los cristianos en varias partes del país.
Referencias bíblicas como Juan 16:33: «En el mundo tendréis tribulación; pero ten ánimo, yo he vencido al mundo», resuena la fe de Habiibu, que incluso en medio de la persecución siguió proclamando a Cristo.